Seguridad, una deuda pendiente

18 Octubre 2016

  Seguridad, una deuda pendiente

Campanario/Martín Sánchez Treviño

            La iniciativa del senador Preciado en la propone que los ciudadanos puedan portan una arma para defender su integridad lo mismo que su patrimonio en los establecimientos comerciales, aunado al “grito” en boca del cardenal Norberto Rivera, que difundió en su mensaje dominicial, que el país está en llamas por la inseguridad. No deja de ser una nueva sacudida para las autoridades responsables de ese renglón, que ha sido una de las debilidades de la mayoría de los gobiernos federales, estatales y municipales después del 2000.

            Los pronunciamientos de los sectores productivos lo mismo que los políticos y religiosos contienen el sentir de sus agremiados y son referencia y hacen eco de la encuesta aplicada por el Inegi sobre la inseguridad, que se difundió durante el mes de septiembre de este año. Que se le denominó Encuesta nacional de victimización y percepción de la seguridad pública.

                Lo cual es indicativo de que ningún gobierno de cualquier color ha saldado la deuda como los ciudadanos, como es devolverles la seguridad, de su empresa, de su vivienda, de fraccionamiento, barrio o colonia, más bien pareciera que la inseguridad llego para quedarse, como una subcultura de los tiempos apocalípticos propios de los albores del siglo 21. Que también se registraron a finales del año mil y al inicio del segundo milenio.

            Con la diferencia de que los ciudadanos viven en una época diferente, en la que la comunicación globalizada les permite enterarse y por lo mismo estar influenciados por lo que sucede en otras partes del universo.

            Pero no es motivo para que los responsables de restablecer las condiciones de seguridad, minimicen sus  obligaciones en esa demanda ciudadana, que buscan certidumbre para alcanzar el desarrollo laboral, económico y social.

                A lo que en esencia aspiran los ciudadanos es a vivir en paz y armonía, pero que más bien, por las condiciones que predominan en el territorio mexicano se han convertido en un ideal por alcanzar y que todavía, está lejos de la realidad.

                En esta entidad, donde los ciudadanos decidieron en las urnas un cambio de partido y de grupo político, en su ejercicio cívico está implícita su demanda de nuevas y mejores condiciones de vida, que implican necesariamente un nuevo estado de las cosas.

            Y que por lo mismo no admiten justificaciones ni consideraciones para con los nuevos gobernantes. Más bien todavía se mantienen las expectativas del día de una elección histórica, con la que buscaron cambiar la historia.

            En otro orden, ayer la medicina veterinaria estuvo de fiesta, celebró el 59 aniversario de la facultad de veterinaria y zootecnia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, al acto asistieron ex alumnos y dirigente de organismos vinculados a la escuela de veterinaria, como es la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas que encabeza Homero García de la Llata. El dirigente ganadero aseguró que se advierte un periodo difícil por la caída del consumo de carne de res en el mundo pero también por el vaivén de los precios de este producto en los mercados internacionales. Dijo también que el robo de ganado es una asignatura no resuelta en algunos municipios del centro de la entidad.

            Ayer lunes dio inicio el registro de los productores de sorgo, para acreditar sus volúmenes de sorgo comercializado correspondiente al ciclo Otoño-Invierno y de esa manera estar en condiciones de recibir los subsidios reclamados la semana anterior en San Fernando.

            Grave resulta que el sindicato de meseros se queje de falta de eventos sociales para que los agremiados de ese organismo puedan laborar.