Redes sociales y falta de lectura propician mala ortografía

Tampico,Tamps. (8 Noviembre 2018)La pésima redacción aqueja a estudiantes de todos los niveles educativos desde nivel básico a superior en universidad, debido a que no leen y son influenciados por las malas prácticas para abreviar palabras a través de las redes sociales, consideró el secretario de educación del ayuntamiento de Tampico, Rogelio Caballero Silva quien admite que se necesita implementar un sistema para implementar la lectura entre la base estudiantil.
“Principalmente la lectura, desgraciadamente nuestro país no es un país de lectores y esa es una parte fundamental que aparte de que nos ayuda en la ortografía, nos ayuda en nuestro vocabulario, nos ayuda en nuestro intelecto. Una de las soluciones, independientemente de las clases de los maestros es que pudiéramos llevar a cabo un programa dónde tratemos que nuestros alumnos se hagan lectores”
Señaló que es necesario que los maestros y padres de familia pongan atención a la ortografía de los estudiantes, porque además a través de las redes sociales se fomenta una pésima práctica de la ortografía.
“Tú sabes que ahorita desgraciadamente esa forma de escribir, que se abrevian cosas nos está afectando todavía más en la cuestión de la ortografía”
De acuerdo a una encuesta publicada por el INEGI, en el 2016 un mexicano lee en promedio 3.8 ejemplares al año, lo cual lo sitúa muy por detrás de países de la misma región latinoamericana como Chile y Colombia en donde se leen 5.4 y 5 libros, respectivamente. El año pasado el INEGI publicó el estudio “Módulo de Lectura”, a través del que se da a conocer que de cada 100 personas, sólo 45 leyeron al menos un libro durante los pasados 12 meses, mientras el tiempo que dedicaron a leer fue de apenas 38 minutos por sesión.Conforme el grado de estudio de los lectores aumenta, también crece el tiempo que gastan en leer: los lectores que no terminaron la educación básica leen en promedio 28 minutos por sesión de lectura; esta cifra casi se duplica, con 49 minutos, en la población que tiene al menos un grado de educación superior, es decir, de universidad para arriba.