Mexicano correrá maratón de Londres con clavícula rota

26 Abril 2019

Edgar Marino, maratonista mexicano, quizá haga historia este domingo en el maratón de Londres ya que piensa concluir esta carrera caminando y con una clavícula rota, debido a que tuvo una caída a pocas horas de haber llegado a Reino Unido. 


Edgar, conocido en redes sociales como Korridorimerino, residente de Guadalajara, Jalisco, llegó a Londres para cumplir su sueño de correr en esta ciudad, luego de haberlo hecho en Tokio, Berlín, Chicago, Boston y Nueva York. 


Además de llegar a Inglaterra con un reconocimiento especial por correr su sexto maratón mayor, con su participación busca recaudar recursos para una fundación de niños con cáncer, enfermedad que le arrancó a su madre. 


Como Korridori siempre lo ha compartido en Instragram y Facebook, una vez que llega a una nueva ciudad para correr, después de instalarse en un lugar cómodo y económico se dirige a las mega exposiciones organizadas por los patrocinadores del evento, sin embargo, estaba muy lejos de saber que tendría un día inolvidable. 


Al llegar a la Expo, Korridori no tuvo temor al subirse a una banda que corre a la velocidad del  keniano Eliud Kipchoge, quien  estableció un récord mundial en el maratón de Berlín 2018, de 2 horas, 1 minuto y 39 segundos. 


Con la adrenalina que mueve a todo corredor, subió a la línea que avanza a  la arrasante velocidad de 2 minutos 53 segundos por kilómetro. 


“La banda empezó a perder velocidad y yo me distraje un poco, volteé a ver a alguien mientras corría y perdí la estabilidad, bye, caí de frente y en ese momento paso toda mi vida  por la cabeza”, relató Korridori en Facebook. 


“Me dije, ‘No pasa nada, sólo me duele la pinche vergüenza’  Cuando veo que la clavícula estaba en zig-zag. Eso ya no está  bien, empecé a orar mucho, a pedirle a mi jefa, allá arriba”, continuó. 


Con sólo 50 libras para 4 días de estancia en Reino Unido, Korridori terminó en un hospital, donde le dijeron que requería de una operación que costaría 5 mil libras y que definitivamente, no podrá correr. 


“Empecé a llorar, les dije que no había esa posibilidad, que podía caminar, que yo venía de México, que  no tenía dinero, que estaba sólo en este país, que era por una causa de los niños con cáncer, que era por mi jefa”, recordó. 


El día no había terminado, pocas horas después, adolorido y con la clavícula inmovilizada, con una sudadera que le pagó un corredor español, Korridori Merino estaba frente a su ídolo, Eliud Kipchoge, (el del récord  de la banda) quien le firmó un autógrafo y hasta le permitió compartir una fotografía. 


Korridori, quien cree que no sólo en la cárcel y en el hospital se conoce a la gente que te aprecia, sino también en los maratones,  lo ha decidido.  Este domingo caminará y concluirá esos casi 42 kilómetros. 


“Voy a disfrutar.  Voy a correr, voy a correr en mi mente, con mis piernas voy a caminar, voy a disfrutar, voy a envolverme entre la gente, ante el aire y el cielo que hay sobre nosotros y lo voy hacer especial”, finalizó.