El Salvador vs México. Primer round


27 Enero 2020 


El Salvador vs México. Primer round. 


Por: Mayra González 

Lo acontecido el pasado viernes en el ingenio Aarón Saenz Garza, de la ciudad de Xicoténcatl Tamaulipas, con el diputado federal Vicente Verástegui Ostos y el director corporativo de operaciones de dicha compañía azucarera, Mauricio Ruffati, no tiene justificación. Es cierto que el legislador panista, perdió la compostura, y el video que testifica los hechos, se volvió viral en minutos. 

Pero también es cierto que de la moneda presentada a la opinión pública, únicamente se vio una cara. Para poner todo en contexto, habría que decir que Mauricio Ruffatti, es un centroamericano de nacionalidad Salvadoreña, con una amplia trayectoria en el sector privado, que ha trabajado para el grupo Pantaleón, empresa líder en el ramo azucarero y de origen Guatemalteco, y ahora lo hace para el grupo Sáenz. Rufatti entonces, no conoce a ciencia cierta, el entorno social y económico de Cd. Mante y Xicoténcatl, ciudades hermanas de Tamaulipas, cuya economía, dependende principalmente de la caña. 

Quienes conocen a Ruffatti, aseguran que el salvadoreño, es visceral, déspota, y gusta de humillar a las personas a su cargo. Sus decisiones han costado dinero a las empresas para las que labora, como cuando en Pánuco (del grupo Pantaleón), ordenó el arranque de la molienda en plena temporada de lluvia, aún cuando las condiciones no eran propicias, y tuvo que pararla dos días después. Ahora, en los ingenios de Mante y Xico, se repite la historia. Afirman que hostiga a los trabajadores, y que sus acciones, van más allá del plano laboral.

Trasciende que al interior de los ingenios de esta región tamaulipeca, el trato que sostiene Ruffati con los cañeros, se da en los peores términos. Los llama con frecuencia "ratas", y ha dado instrucciones precisas a los superintendentes, para que con su supuesto respaldo, los agreda física y verbalmente. A los obreros los trata como vilees bestias de carga, y constantemente, se le escucha criticar la mentalidad inferior del mexicano, que afirma, no se compara en nada con la de los salvadoreños. 

En cualquier empresa, la decisión de conservar o no, al trabajador, la toma el patrón. Eso no está a discusión, lo preocupante en este caso, es que las arrebatas decisiones del director corporativo de operaciones, están poniendo en peligro, la armonía entre los productores cañeros y los Sáenz, que durante décadas, se ha llevado en buenos términos. 

El viernes, los cañeros bloquearon el acceso al ingenio, y a Ruffati, que aparentemente se quedó sin fundamentos, no le quedó más remedio que aceptar el ingreso de los 60 camiones de caña, y continuar con el proceso. 

La situación entonces en la zona cañera de la entidad, es de tensión, por lo que es urgente que los altos mandos de la compañía, vigilen de cerca el accionar de su director corporativo de operaciones. El tema, no es nada simple y las consecuencias de tomar decisiones de forma visceral y unilateral, pueden poner en peligro la tranquilidad y la estabilidad laboral y económica de cientos de familias de una región que durante años, han trabajado hombro con hombro, para fortalecer la economía no sólo de estas ciudades hermanas, sino de Tamaulipas y de México.