Más sobras, que obras
3 Diciembre 2016
Más sobras, que obras
Campanario/Martín Sánchez Treviño
El termino se cumplió y el gobierno panista llamó a
comparecer a 37 ex funcionario de la administración anterior, figuran las
secretarias de obras públicas, educación, salud, finanzas, Contraloría y
Administración, así como titulares de institutos, la Ceat, la oficina del ex
gobernador y a un titular de comunicación social.
Se advierten irregularidades en esas áreas del gobierno
anterior. Aunque de la secretaría de seguridad pública ningún ex funcionario
fue llamado cuentas, sobre todo porque se trata de un área importante de la
administración anterior en la que la omisión habría sido la principal
irregularidad. Y el endeudamiento para cubrirse en el corto plazo está en la
seguridad.
No obstante dependencias como finanzas es de las más
relevantes, sobre todo por el pasivo circulante que heredó la gestión del ex
gobernador Egidio, la deuda que dejo maniatada a la actual administración y lo
más grave la deuda pagable hasta el 2032, según está documentado en el Congreso
tamaulipeco.
Finanzas fue una de las secretarías del gobierno anterior
que llego a tener tres secretarios en seis años. Quizá por ese motivo y a eso
se debe en parte el desorden financiero que heredaron.
El primer titular de esa dependencia fue Alfredo González
Fernández uno de los socios del innombrable Tomás Yarrington Ruvalcaba, en sus
incursiones en cuestiones del sector turismo.
Resulta notorio que la auditoria de la nueva
administración se enfoque a organismo a institutos como el Itavu, organismo de
bienes raíces, donde los gobiernos priístas arrojaban sus deudas sexenales que
suman varios cientos de miles de millones de pesos.
Pero también en obras públicas hay mucha tela de donde
cortar, porque fue el “paraíso” de los últimos cuatro gobernadores del
tricolor. Que bajo la premisa de que donde hay obras, hay sobras. Hay indicativos de que hubo más sobras, que
obras.
Una evidencia de lo anterior es el puente de
la colonia Moderna de la capital tamaulipeca, que en menos de un año de
construido, no aguanto ni el primer aguacero. Y esta como la mayoría de la
obras la agraciadas fue precisamente la constructora Nixa y las empresas
satélites.
Al
par de Obras Públicas compitió el Itife antes Capce, dedicado a construir y
reparar planteles escolares, donde también supieron curtir baquetas.
En otro orden, por fin causo baja en la universidad
tamaulipeca José Amparo Vargas Martínez, quien se desempeñaba como Director de
la Unidad Académica de Trabajo Social. La rescisión del contrato laboral no fue
conforme a la norma interna universitaria sino de acuerdo a la ley federal del
trabajo. En su lugar fue designado el secretario académico Carlos Fernando
Ortiz Moncada, quien estará como encargado, en tanto se designa elige a un
nuevo titular.
Definitivamente, que don Enrique Etienne Pérez del Río
rector universitario, tiene la mano pesadita, pues desde que llegó al puesto de
rector ha dado muestras de que no le tiembla la mano, para disolver cualquier
grupo sin importar su origen.
Quizá se debe a que es un hombre que está alcanzando la
síntesis de su vida y por lo mismo, lo que le importa es despejar de las 26
escuelas universitarias, los “grupúsculos” nocivos para la máxima casa de
estudios, como lo hizo público en alguna de sus declaraciones a la prensa.
De gran interés resultó el seminario denominado Prevención Victimal, de la salud mental a la paz social, que tuvo lugar en el auditorio de la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad tamaulipeca. Asistieron ponentes de primer nivel.