Llegó un lucero

10 Enero 2018

David Ed Castellanos Terán
@dect1608

Llegó un lucero

La Procuraduría General de la República (PGR) recientemente informó que los cárteles fundados por Juan Napomuceno Guerra y Arturo Guzman Decena, han sido las organizaciones más disminuidas en la guerra desatada contra el nacotráfico. Parece que eso de nada ha servido.

El informe de la PGR determina que la fundación de Napomuceno Guerra que opera desde 1930 se redujo de 12 a siete subgrupos y los de Guzman Decena que se mantiene activa desde 1999 ya como un cártel, pasaron de nueve a tres grupos, siendo esas dos organizaciones según las que más han sido golpeadas por el Gobierno. Pero esto es solo un dicho gubernamental.

Sin embargo a pesar de lo que diga la federación, la situación en todo México sigue siendo complicada tras la fallida guerra que dejó Felipe Calderón ya que el 2018 comenzó con la desaparición de una familia entera de seis integrantes. Padre, madre, sus dos hijos de 17 y 18 años y dos adolescentes mujeres de 15 y 14 años de edad. La última vez que se supo de ellos fue cuando viajaban por territorio tamaulipeco.

De acuerdo a las primeras indagatorias de las autoridades locales en Tamaulipas se presume que el rapto de la familia pudo ser la tarde del miércoles 3 de enero y lo último que se supo fue cuando transitaban por Ciudad Mier, un municipio tamaulipeco con un antecedente violento por su importancia en el tráfico de la droga hacia Estados Unidos.

A más de cinco días de que los familiares de los desaparecidos no han tenido comunicación, no se tiene rastro alguno de estas personas pese al esfuerzo de la figura gubernamental por regresarlos con vida.

Tamaulipas en sus 43 municipios tiene marca violenta, algunos con menor actividad que en años anteriores pero todos con episodios difíciles de inseguridad.

Por ejemplo en el sur de la entidad del 2012 a la fecha la Secretaria de Seguridad Publica (SSP) ha rotado a por lo menos 11 mandos policiacos por diversos factores, desde presiones criminales, detección militar de indiferencia por parte de los políticos e incluso por cuestiones mediáticas originadas desde los medios de comunicación. El Coronel Luis Miguel Tecault González, por llegar ebrio al pase de lista no duró ni 24 horas como delegado de seguridad en Altamira Madero y Tampico.

A finales del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se instruyó a la Secretaría de Seguridad Pública tamaulipeca depurar las 43 policías municipales tras confirmar la infiltración de los grupos criminales en los cuerpos policiacos; fue entonces que el Brigadier Hipólito Román López, renunció a la Coordinación de la Policía Metropolitana ALMATAM (Altamira-Madero y Tampico) para ocupar un cargo en la nueva Policía Estatal Acreditable que funcionaría de acuerdo al nuevo modelo del mando único impulsado desde el Gobierno de la República.

En cinco años de enero del 2013 a enero del 2018 han desfilado 11 delegados de seguridad pública en Tampico. En plena guerra interna del cártel en mayo de 2014 llegó el General Miguel Amado Jiménez González para coordinar la estrategia de seguridad del sur de Tamaulipas; Amado Jiménez duró en el cargo apenas ocho semanas y fue rotado precisamente horas después de que implementó un operativo de liberación de más de 200 indocumentados en el sur de Tamaulipas, sin ningún argumento la SSP lo destituyó, con el paso de los años se supo que Jimenez González  renunció porque los políticos se negaron a brindarle el apoyo en la lucha contra la delincuencia por lo que el entonces titular de la Seguridad en el Estado General Arturo Gutierrez, encomendó nuevamente la lucha contra los cárteles al Brigadier Hipólito Román López, quien durante su mando no capturó a ningún objetivo primario de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).

Ante los nulos resultados en octubre de 2014 se ordenó al General Jose Marines Juarez disminuir la violencia y al paso de 21 meses logró naturalizar a los seis delincuentes más peligrosos que operaban en el sur de Tamaulipas pero fue sustituido por una situación mediática desatada desde los medios de comunicación.  Marines que se decía ser una “cucaracha con traje militar” declaró ante los reporteros que la ciudadanía debía hacer frente a los delincuentes que en muchos de los casos actuaban con armas de juguete; sus declaraciones no fueron tomadas con objetividad y fue removido, sin embargo al paso de los días los tamaulipecos comenzaron a capturar por cuenta propia a muchos de los rateros y asaltantes.

Después del periodo de casi 21 meses del General Jose Marines, la zona metropolitana de Tampico ha tenido a siete coordinadores de la Policia Estatal Acreditable (PEA) contando al recientemente nombrado jefe de seguridad Alejandro Villafuerte que llegó este lunes para ocupar el cargo de Francisco Baldemar Martínez Torres quien en 20 días no supo ni cuáles eran las colonias más delictivas de la región. La designación de Villafuerte, es como si hubiera llegado un lucero a la zona sur pues ya tiene todo aquí en Tampico debido a que ha ocupado cargos operativos con anterioridad por lo que no solo conoce Tampico, Madero y Altamira sino que también sabe como moverse.

Los anteriores coordinadores de seguridad fueron: Martínez Torres que duró menos de 20 días; el ingeniero en ciencias navales Alejandro Beaven Magaña, un enamorado de Tampico que decidió quedarse a radicar pese a que se dijo era oriundo del sureste mexicano; anterior a él como interino estuvo el marinero José Manuel Montaño Maguey quien sustituyó al Coronel Tecault González, destituido por faltas administrativas, específicamente llegó ebrio al pase de lista a menos de 24 horas de asumir el cargo.  Los militares Alberto Ceballos Ortiz y José Adolfo González Valentin estuvieron menos de dos meses en la zona sur debido a la fuerza de los grupos crimínales; antes que ellos fue Marines Juarez quien había sustituido al Capitán Juan Chompa, una persona de buen trato y oficio político pero tuvo que ser separado del cargo luego de que el Grupo de Coordinación Tamaulipas comenzó a recibir informes sobre su presunta relación con delincuentes que traficaban gasolina robada, sin embargo nada la fue comprobado y continuó adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública por lo que las acusaciones en su contra sólo quedaron en un ataque desde el interior del GCT.

Así que en Tamaulipas pese a todos los esfuerzos palpables del nuevo gobierno, ha sido difícil encontrar a los desaparecidos, sin embargo  en varios operativos de seguridad se han detenido delincuentes, cerrado sus centros de operación financiera como casinos, bares y prostíbulos e incluso se han asegurado millones de dólares... pero de personas desaparecidas pocos resultados se han obtenido.

davidcastellanost@hotmail.com