La revolución de ayer, de hoy y de mañana

21 Noviembre 2017

 

La revolución de ayer, de  hoy y de mañana

Campanario/ Martín Sánchez Treviño

            En los 43 municipios tamaulipecos y en 32 estados del país hubo expresiones revolucionarias en alusión al 107 aniversario de la lucha de 1910, de la que habría surgido la “nueva sabia” de los mexicanos del siglo 19 que aspiraban y conspiraban por el progreso y el desarrollo de la nación mexicana. Que en algunos capítulos de la misma derivo en pleitos pasionales pero en general conservo la esencia del caudillaje, de la lucha por la igualdad de los ciudadanos nacidos en territorio nacional. La utopía de todos los tiempos y de múltiples historias de lucha universal.

            Historia en la que participaron algunos de los hijos de los abuelos de la revolución, en la que hubo ideales transparentes, en los que se proyectó el surgimiento de muchas revoluciones que a la fecha no han concluido y que simultáneamente surgieron nuevas luchas algunos de ellas estériles y pocas en realidad productivas, pero efectivas para estar a la altura de las expresiones universales.

            Los ideales revolucionarios fueron eso, simples ideales, algunos de ellos se alcanzaron otros solamente y hasta la fecha están en el papel, en algunos casos fueron borrados del papel donde fueron inscritos.

            El ideario revolucionario jamás plantea que los presidentes de este país entrarían pobres y salieran multimillonarios, ni que los diputados y senadores agraviaran a quienes los eligieron con bonos de hasta 2.5 millones de pesos.

            Aunque hay que reconocer, que también en esa época hubo “rateros”, como aquellos que entregaron extensiones territoriales de la patria a los Yanquis. Desde entonces pareciera  que la utopía de una patria justa no está del lado de los trabajadores legítimos, sino contradictoriamente de quienes aspiran a la dominación de estos.

            Algo parecido acontece en la misma proporción a los hombres encargados de producir los comestibles que llegan cada día a la mesa de los mexicanos. Pequeños, medianos y grandes productores 107 años después están de regreso al yugo del que los habría liberado Zapata, Villa, Los Hermanos Flores Magón.

            Otro segmento, no ha podido sacudirse el yugo de la despensa, del 75 y más, la beca bimestral, el tianguis, el subempleo. Antes de los gobiernos populistas y neoliberales, los mexicanos anteriores eran libres de esas dependencias. Y en sus ideales no había opacidad.

            Las nueva generaciones de los tiempos nuestros parecieran que carecen de ideales pero también son desafiantes en sus posicionamientos respecto a la historia que les heredaron sus padres y sus abuelos, propulsores la mayoría de estos de la lucha revolucionaria. Que pareciera están en una contra revolución, porque los valores de estas se agotaron en 88 años de un régimen caduco y trasnochado.

            En otro orden, tres jugadores acusados de robo en China, Donald Trump en su bondad por recuperar simpatías, interceder y son puestos en libertad, cuando al papá de uno de ellos le preguntan sobre las gestiones de Trump, el señor desconoce a Trump y este reacciona y expresa, que debería haberlos dejado en prisión.

En otro tópico el Cardenal tapatío Juan Sandoval Iñiguez, consideró que en las mujeres hay por lo menos imprudencia, al salir con cualquiera que sale por ahí bien vestido, lo que contribuye al incremento de feminicidos en el país. Mire usted a este santo barón, que descansa su juicio en una sola premisa, por lo mismo se percibe trasnochado y su expresión es eminentemente misógina.

En tanto que Adolfo Lagos vicepresidente de telecomunicaciones de “Telerisa” fue asesinado ayer en la el estado de México, el giro que la prensa dio a este crimen es como un asalto. Recuerde usted que “Telerisa” pasa por problemas severos. Supuestamente le pretendían robar unas bicicletas. De esas cotizadas por Tinajeros en cientos de miles de pesos.