El Fondo Metropolitano
24 Agosto 2016
La Opinión de
Baldemar Mijangos
TAMPICO.- Tres ciudades del sur de
Tamaulipas y dos del norte de Veracruz han luchado denodadamente para obtener
recursos del famoso Fondo Metropolitano, obteniéndose hasta ahora magros e
insuficientes dineros que visto a la distancia serían para el pago del cabildeo
anual que hacen los gobiernos de referencia.
En la distancia se pierde aquel
ínfimo monto apenas obtenido para calmar una sed eterna por la sequía de montos
para la zona metropolitana que ni al caso viene precisar; lo cierto es que
tantas y tantas expectativas levanta la gestión del multi comentado fondo que a
la vuelta de los días, cuando se tienen los números fríos de lo logrado, ni
siquiera es un 10 por ciento de todo lo invertido para su cabildeo.
Se debe cambiar la estrategia. La
pelea real en la arena política es que Tampico, Ciudad Madero y Altamira, por
el sur, y Pánuco y Pueblo Viejo, por Veracruz, pese a compartir una región,
tienen intereses y necesidades muy distintas, y ponerse de acuerdo en un tema
que beneficie a todos es casi imposible, por no decir que impensable.
Si a eso añadimos al poco o nulo
interés que muestran los gobiernos estatales de Veracruz y Tamaulipas en
obtener recursos de esta naturaleza, pues estaríamos ante el peregrinar de
ideas y proyectos en pleno desierto.
Cambiar la perspectiva no es
complicada. Modificar la visión para gestionar recursos del Fondo Metropolitano
es más fácil de lo que se cree.
Si la exigencia es que los recursos
deben ser de beneficio para toda la zona entonces sólo tenemos dos aspectos
formales que podemos impulsar para alcanzar un pleno desarrollo regional, de
impacto en las cinco ciudades y de beneficio para sus habitantes: 1) la
infraestructura carretera y 2) los empleos.
Primero, estaríamos hablando de
recursos sostenidos de mil millones de pesos anuales a cinco o 10 años para
inyectar al mejoramiento de la red carretera, muy aparte de los compromisos de
los recursos federales de la SCT en este campo, con la finalidad de conectar al
Complejo Industrial Portuario de Altamira con el centro, sur y norte del país.
Segundo, si eslabonamos una red
carretera del sur de Tamaulipas al norte de Veracruz, entonces vamos a conectar
los centros de producción con los de consumo, y estos a su vez con los de
exportación a Estados Unidos, Europa y Asia.
Y tercero, el segundo aspecto del
que hablamos, vamos a dinamizar una economía químico-industrial que nos dará
las plazas laborales que necesitamos, con la llegada de más industrias, con la contratación
de proveedores y con el incremento de los servicios de comercio y de hospedaje.
En el pasado, los ayuntamientos le han apostado a temas periféricos que ni siquiera conectados están entre sí; es tiempo de modificar la visión, es momento de pensar en grande, apostándole al Puerto de Altamira, porque a largo plazo nos dará una fuente sostenida de 100 mil ó 200 mil empleos fijos, muy aparte de las plazas indirectas que su desdoblamiento va a derivar.