Cavazos los hizo y los impuso
13 Octubre 2017
Cavazos los hizo y los impuso
Martín Sánchez Treviño/ Campanario
Desde el mes de enero del 2012 las
autoridades federales ventilaron en los medios nacionales que los
tres penúltimos ex gobernadores de Tamaulipas como son Manuel
Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores
estaban siendo investigados por la Procuraduría General de
la República, los motivo eran vínculos con el narcotráfico de
implicaciones en el asesinato del malogrado candidato priísta Rodolfo Torre
Cantú. El único en reaccionar fue el ex mandatario de
“El Maharisi”, sus argumentos fueron en ese entonces que se trataba de una
“guerra sucia” de los rivales políticos, como los priístas identifican a Acción Nacional.
Después de seis años, dos de los ex están detenidos y vinculados a procesos de carácter penal, uno en Florencia, Italia y otro en la Calzada de Tamatán de esta ciudad capital. Un tercero, como es Cavazos Lerma ha sabido maniobrar para noverse involucrado en los asuntos de sus sucesores.
A decir verdad, ambos son su hechura son la
herencia que le dejo a
Tamaulipas. A Yarrington lo proyectó desde
la dirigencia estatal del PRI y lo acabo de fortalecer al designarlo
como secretario de finanzas, de donde surgió como precandidato en la elección
estatal de 1998.
Tuvo la osadía de haber burlado al entonces
presidente de la república Ernesto Zedillo Ponce de León a quien le supo vender
el
proceso interno del Pri en Tamaulipas como
un “laboratorio
nacional” de su partido en el trámite de
elegir candidato. Y retiro del camino a Diodoro Guerra y
Marco Antonio Bernal, para favorecer a su “delfín”
Yarrington Ruvalcaba, del que se arrepentiría un año después,
cuando el huésped de Florencia encarceló a su amigo e intérprete
de sus sueños, Pedro Hernández Carrizales.
Hernández Flores también se hizo en el
laboratorio de “El Maharasi”. Lo creó como el antídoto, como el antitipo de
Gustavo Cárdenas Gutiérrez quien desafió desafío a Cavazos Lerma en el primer
tramo
de su administración, lo hizo huir a dar
el grito de Independencia a Nuevo Laredo-.
Lo extrajó del PAN porque meses antes de
encabezar el comité de financiamiento del PRI estatal aún estaba
registrado en la lista de militantes del partido albiazul.
Lo hizo candidato a diputado federal
en la elección del 2000 cuando perdió Francisco Labastida Ochoa
y Hernández Flores figuró como el coordinador del grupo Todos Unidos con Labastida,
no concluyo como
legislador ni como edil cuando ya era
precandidato en el
2004 con el aval de su heredero Yarrington
Ruvalcaba quien
lo proyecto como prospecto a la
gubernatura en el 2004, ganó
la elección.
El historiador y escritor Carlos F. Salinas
Domínguez vaticinó el día que fue electo Hernández Flores como
gobernador. “Le espera un desastre administrativo a Tamaulipas
para los próximos seis
años”, vaticinó en un salón de un hotel de
esta capital, luego de un informe de resultados del Instituto Estatal
Electoral de Tamaulipas. Esa información solamente se publicó en
medios nacionales.
Ayer los cinco defensores del ex gobernador
Hernández en fila y en forma ordenada desde la cerca perimetral
argumentaron vicios en el proceso que se le sigue a su cliente,
irregularidades del juez penal que
conoce la causa penal 67/2017 que lo
implica en el apropiamiento de 1,600 hectáreas en el Puerto
Industrial de Altamira. Pusieron de relieve la presunción de
inocencia, aunque la prensa no argumento lo contrario. Invocaron el
respeto a los derechos humanos, la politización del proceso y anunciaron un
amparo.
Ni la autoridad ni la defensa
revelaron que las dotaciones presidenciales de siete ejidos de Altamira
como son Armenta, Altamira, La Pedrera, Ricardo Flores Magón,
Medrano, Aquiles Serdán y Francisco I. Madero, siguen reclamando el pago
correspondiente a la indemnización del
gobernó federal, ya que resultaron afectados cuando se creó el
Puerto Industrial de Altamira.